3 averías eléctricas de moto que puedes arreglar tú mismo

3 averías eléctricas de moto que puedes arreglar tú mismo
3 averías eléctricas de moto que puedes arreglar tú mismo

Las averías eléctricas, como cualquier tipo de avería en la moto, son una mala noticia. Algunas son complicadas y difíciles de diagnosticar, ya que no puedes ver, sin aparatos, donde está el fallo. Pero otras son sencillas y económicas de reparar.

El motor es capaz de hacer explotar la gasolina produciendo una chispa en la punta de la bujía que inflama el combustible pulverizado cuando este ha entrado en el cilindro. Esa chispa la ha producido el sistema de encendido (no confundir con el de arranque, que no tiene nada que ver). Se trata, básicamente, de un distribuidor eléctrico alimentado por un generador eléctrico y, a veces (no siempre), por una batería.

 

Batería
Cuando la avería está en la propia batería no hay mucho problema. Salvo en algunas motos un tanto especiales (recuerdo, por ejemplo, algún modelo de TMAX, FJR 1300 o alguna BMW F de las antiguas) suele ser un elemento muy accesible, al que puedes llegar sin desarmar demasiadas cosas. Es fácil de identificar la avería y todos sabemos cuándo ocurre: vas a arrancar y el botón no es capaz de girar el motor de arranque. Entonces la batería está baja de voltaje. Es un elemento de los que llamamos «de desgaste», es decir, el simple uso acaba por desgastarla y deja de funcionar. Cambiarla solo requiere desconectar ambos bornes y conectar en su sitio una batería nueva.

Cargar una batería vieja solamente sirve en algunos casos, por ejemplo si la batería no ha llegado al final de su vida útil, y debe hacerse únicamente con un cargador adecuado. No obstante, a veces una batería desgastada es síntoma, por desgracia, de una avería más grave. Si ese sistema de carga falla (el alternador o el regulador), la batería se quedará sin carga. Entonces, aunque pongas una nueva, volverá a ocurrir. Si es así, te toca ir al taller.

 

Fusibles y relés
Llegas a la moto, metes la llave, la giras y no hace nada. Ni siquiera enciende el cuadro o una mínima luz. O arranca pero de repente no funcionan las luces, el claxon o ninguno de los intermitentes. El primer lugar a mirar si esto sucede son los fusibles. El libro de usuario te dirá dónde están y cuáles corresponden a cada sistema de la moto. Suele haber uno general, uno grande para el arranque, y varios más pequeños para luces, intermitencia, cuadro, bocina y demás sistemas, aunque a veces se agrupan varios sistemas en un fusible. Lo sacas (suele ser simplemente tirando de él) y compruebas si se ha fundido. Es tan fácil como en una bombilla: el hilo metálico interior debe estar completo, no roto, señal de que ha actuado como debe y se ha fundido, protegiendo la instalación que está detrás de él.

El relé es algo similar. Sueles tener como mínimo dos, uno para los intermitentes, que es el que les da esa cadencia de encendido/apagado, y otro para el motor de arranque. Son «interruptores remotos», es decir, cuando pulsas el botón correspondiente mandas electricidad al relé que cierra un circuito principal y hace que pase al corriente al arranque o al intermitente correspondiente. Suelen costar entre 10 y 30 euros. Te puedes encontrar alguno más especial y caro, y al igual que los fusibles suelen ir enchufados sin más en sus soportes. El libro de usuario te dirá cuál es cuál. Dentro llevan unos contactos que pueden llegar a desgastarse y no tocar bien uno con otro: cuando es el de intermitencia, simplemente, dejan de funcionar los dos de un lado al tiempo o los de ambos. Prueba con un nuevo y posiblemente hayas dado con la avería.

El de arranque suele verse bien que está mal. Cuando das al botón suena un «tac», un golpecito que proviene de él. Entonces el botón de arranque le hace llegar corriente, intenta cerrar el contacto (lo que provoca ese «tac»), pero no llega a establecer ese puente necesario y no acciona el motor de arranque.

 

Bombillas
Seguramente es una de las averías más fáciles de identificar y generalmente de reparar, pero no siempre: enciendes las luces o los intermitentes y uno de ellos no va. Es tan sencillo como abrir el faro o el piloto, ver qué tipo de bombilla lleva, comprar una (desde pocos céntimos hasta unos pocos euros) y ponerla en la misma manera en que estaba la anterior. Si es el faro y lleva bombillas halógenas, procura no tocar el cristal de la bombilla nueva, ya que son muy delicadas y nada más que tu huella puede ser suficiente para fundirla de nuevo al encenderla. La parte negativa del asunto es que hay motos y, sobre todo, scooters con el faro o el piloto bastante escondido y tendrás que desmontar varias piezas para acceder. Ahora bien, los libros de usuario te suelen explicar bien cómo hacerlo.

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