Técnicas de conducción a tener en cuenta si te pasas del coche a la moto

Técnicas de conducción a tener en cuenta si te pasas del coche a la moto
Técnicas de conducción a tener en cuenta si te pasas del coche a la moto

Técnicas de conducción a tener en cuenta si te pasas del coche a la moto

Seguro que no es la primera vez que alguien de tu entorno, con más de tres años de experiencia en el carné de coche -el carné B- decide darle una oportunidad a la moto o el scooter para aprovecharse de las ventajas de trasladarse más rápido a los sitios, no tener problemas de aparcamiento o no tener que abonar el parquímetro diario que con el coche estás obligado a pagar.

Muchas de estas personas se benefician de la legislación española que contempla que los conductores con permiso tipo B (el habitual de turismos de hasta ocho plazas y menos de 3.500 kilos) pueden circular también con las motocicletas correspondientes al carné A1, es decir, de una cilindrada tope de 125cc, una potencia de hasta 11 Kw. (15 CV) y una relación potencia/peso máxima de 0,1 Kw/Kg y triciclos de motor cuya potencia máxima no exceda de 15 kW (20 CV).

Para todos ellos hay que decirles que el cambio del coche a la moto, si es que nunca se han subido a una de ellas, no es tan fácil como parece y conlleva ciertos peligros que deben conocer. Para ello, os traemos una serie de consejos prácticos que estos principiantes de las motos o el scooter deben tener en cuenta si no quieren tener un susto a la hora de cambiar las cuatro por las dos ruedas.

1. Siempre estar atento por la calzada por la que circulas

La moto o el scooter es un vehículo más frágil al que le afectan, mucho más que con el coche, cualquier irregularidad que podamos encontrar en la carretera. Para ahorrarte sustos, lo mejor siempre es mantener la mirada unos metros más adelante y saber leer e interpretar las condiciones de la carretera para poder mantenerte firme encima de tu moto o scooter.

2. Los carriles de uso público también son para las motos

En muchas ciudades, como Madrid, los vehículos de dos ruedas pueden circular por los carriles destinados al transporte público. Sin duda una ventaja aunque conviene saber que su asfalto suele estar muy deteriorado (sobre todo en las zonas de paradas) por el peso de los autobuses y que además se pueden producir incorporaciones desde la vía de central de estos vehículos de servicio público.

3. El color de los semáforos

Mucho cuidado con la “norma universal” que aplican ciertos conductores en los semáforos: rojo significa “parar”, verde “correr” y ámbar “correr más”; puede ser peligroso. No te fíes de los tiempos de acción abrir-cerrar de los semáforos, ni siquiera en aquellos que pasas todos los días. Frente a un coche tienes todas las de perder.

4. La cuarta dimensión

Lo habrás sentido si has pasado de conducir tu coche a una moto gracias a la convalidación entre carnés. Debes tener en cuenta que los conductores de coche no imaginan la agilidad o la aceleración que podemos alcanzar con nuestra moto o scooter. Los estándares espacio-tiempo no son los mismos y esta diferencia de apreciaciones puede ser causa de accidentes.

5. Siempre con uno o dos dedos en la maneta de freno

Esta costumbre puede significar ahorrar un segundo vital de momento de reacción. Este segundo, a sólo 100 km/h, significa nada menos que 28 metros. Mucho, ¿verdad?

6. Siempre atento a los retrovisores

El uso de los retrovisores es fundamental en cualquier vehículo, pero especialmente en una moto. Tienen más ángulos muertos por su tamaño y disposición (además de carecer del central interior), así que es obligado mirar en más de una ocasión antes de realizar cualquier maniobra de cambio de carril o sentido.

7. Señalizar las maniobras es esencial

En el mismo sentido, por las características del vehículo, una moto es menos visible para el resto del tráfico, siendo imprescindible señalizar correctamente cualquier maniobra con los intermitentes y comprobar que la luz posterior de freno está siempre operativa.

8. Sé suave cuando vas despacio

Apoya las maniobras con el freno trasero cuando las hagas a baja velocidad. Te dará un extra de estabilidad al minimizar el efecto negativo de las transferencias de pesos que te pueden hacer variar la línea que deseas seguir.

9. En retenciones, sitúate a un lado

Cuando llegas a una caravana, colócate a un lado del coche que te precede, a la derecha o a la izquierda. Eso te permitirá una escapatoria si es necesario. También te permitirá darte cuenta antes de por qué razón ha parado el que tienes delante, si es que a él le ha dado tiempo… Cuando te hayas parado, atención: embrague cogido, primera insertada y atento a los retrovisores, porque nunca se sabe lo que vendrá por detrás.

10. Anticiparse a los acontecimientos

Una norma siempre que circulemos pero especialmente valiosa en moto. Es obligado anticiparse a lo que el tráfico puede deparar, mirar lo más lejos posible y prever las maniobras del resto de los vehículos: el coche que gira sin poner el intermitente, la furgoneta estacionada que abre la puerta a nuestro paso o el autobús que se detiene de forma inesperada.

11. Evitar la pintura antideslizante que te encuentras en el suelo

Aunque existen algunas teóricamente antideslizantes, la realidad es que la pintura de la señalización horizontal es uno de los grandes enemigos de los motoristas, sobre todo cuando se moja por la lluvia y resbala como el hielo. Hay que tener prudencia al circular sobre pasos de peatones, de cebra o simples ceda el paso, extremándola en las frenadas y aceleraciones; pararse antes de pisarlos y no abrir el puño del gas con energía cuando la rueda trasera aún está encima de ellas.

12. Conducción con acompañante

Si se va acompañado, mejor ir al límite de la presión recomendada por el fabricante para reducir el sobreesfuerzo sobre el neumático trasero. La norma suele ser de 0,5 bares más. También es aconsejable incrementar la precarga de la suspensión trasera para evitar topes. Aún así, la distancia libre al suelo disminuirá. Tenlo en cuenta. Hay que enseñarle a pilotar al pasajero, que acompañe tus movimientos y que se sujete a ti o a las asas para evitar sustos al acelerar o frenar. No te descuelgues, no es nada cómodo para el que va detrás. Como ya hemos comentado, tendrás que frenar más con el freno trasero y, por la noche, es aconsejable bajar la altura del faro delantero.

13. Actúa como si fueras invisible

Si eres conductor de coche, seguro que has vivido esa situación en la que el propietario del cuatro ruedas dice al de dos ruedas “no te he visto”. Toma nota y, efectivamente, actúa como si para el resto fueras invisible y no existieses, aún más en ciudad. Si un coche puede quedar oculto en los puntos muertos de los retrovisores de otro coche, imagínate una moto.

14. La postura idónea que debes tener en tu moto o scooter

Busca la posición que mejor se adapte a ti sobre la moto. No todos somos igual de altos, o tenemos los brazos igual de largos, etc. Cambia de vez en cuando. Quizá te sorprenda que vas más cómodo en otra postura y que estabas cogiendo malas costumbres. Es posible que así te canses menos y puedas estar más atento a la conducción.

Fuente de información:
http://www.formulamoto.es

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