Cómo comprar una moto de segunda mano y acertar. Hoy te lo explicamos en Anoia Motos Igualada

Cómo comprar una moto de segunda mano y acertar. Hoy te lo explicamos en Anoia Motos Igualada
Cómo comprar una moto de segunda mano y acertar. Hoy te lo explicamos en Anoia Motos Igualada

En España, en 2016 se han vendido más de 154.000 motos nuevas, pero se han transferido más de 314.000.

¿Tienda o particular? Ventajas e inconvenientes

Compra moto segunda mano

– Una tienda seguirá donde estaba si tienes que reclamar. Un particular es más fácil que desaparezca.

 La tienda está obligada a darte garantía. Con un particular puedes negociarla y comprar una de las que ofrecen las compañías de seguros mecánicos.

 Es más barato, generalmente, comprar a un particular: no hay un margen comercial y unos costes que asumir. Pero no siempre es así, hay gente que valora en mucho su moto.

– Documentaciones: la tienda tiene claro la documentación necesaria para transferir sin problemas. En un particular serás tú quien tiene que tenerlo claro.

– Probar la moto: una tienda es casi imposible que te deje probarla. Con un particular puede ser más fácil, pero no todos acceden por los robos que ha habido por este sistema.

– Un particular “serio” puede contarte con detalle cómo ha sido la vida y el uso de la moto. En la tienda no la conocen.

Las garantías mecánicas

– Sé consciente de lo que compras: una moto con 15.000 kilómetros y tres años, con un precio justo debe tener una garantía. Una moto con 15 años, 65.00 kilómetros y que te dan muy barata seguramente el vendedor no esté muy dispuesto a pagar por un kit de transmisión que empieza a saltar tres meses después de comprar la moto.

– Las tiendas tienen obligación legal de garantizar lo que venden, los particulares no.

– Es frecuente que las tiendas hagan el “truco” de hacer la operación por la fórmula de la “comisión de venta”: la moto no es suya, es de un señor que les encarga la venta. Así no hay obligación de garantía, porque es una venta entre particulares.

– Muchas tiendas emplean garantías externas: son pólizas de seguro mecánico cubiertos por una compañía especializada en este tema. Tienen mucha “letra pequeña”, solo cubren ciertos órganos, obligaciones de revisiones en donde ellos dicen, etc. Si es el caso, entérate de cómo funciona esa garantía.

– Estas garantías externas pueden contratarse también entre particulares. Quizá te interese.

Comprueba la moto

– Comprueba soldaduras “raras” en el chasis o golpes en la estructura. Es más fácil si antes has mirado cómo son las soldaduras de fábrica en otra moto. Plásticos y golpes en las carrocerías pueden indicar un golpe más fuerte debajo.

– Las piezas de goma, puños o reposapiés, palancas o el propio asiento te dan una indicación de los kilómetros reales. Si han tocado el cuentakilómetros, esto te lo puede “chivar” si están muy desgastados. No es una prueba fiable al 100% ya que son piezas baratas de cambiar, pero sí pueden dar una pista si son excesivamente nuevos.

– Intenta ir a ver la moto al sitio donde “duerme”: si hay fugas de aceite se verán en el suelo. Arranca tú el motor. Desconfía de los que requieren un ritual especial que solo el propietario conoce. Una moto en buen estado arranca bien en frío.

– Lo primero del todo: toca el motor. Radiador, bloque y escapes. Si lo han arrancado un rato antes de que llegues se nota aquí. Un problema de baja compresión o válvulas puede hacer que en frío cueste mucho arrancarla, pero no en caliente.

– Con el motor ya en marcha comprueba que por el escape sale con fuerza los gases quemados.

– Antes de ir a ver una moto tienes que saber cómo suena ese modelo. Hay motos ruidosas y no significa que estén mal. Pero si no las conoces es fácil que te quieran hacer ver que ese ruido es normal, cuando no lo es.

– Comprobar el estado de las ruedas es fácil, mira también que las medidas se corresponden a las que deben y que no estén cristalizadas. Los frenos puede costar algo más: las pastillas se suelen ver (en una motos cuesta más que en otras) y los discos son fáciles: no debe haber un escalón enorme en el borde (signo de muchos kilómetros, otra pista) y la superficie debe ser plana. Si no, habría que cambiarlos.

– Si lleva tambor de freno es el tensor el que te “chiva” el desgaste de las zapatas.

– La cadena de estar sin eslabones enganchados, con la corona con los dientes sin torcer ni excesivamente afilados. Los tensores de cadena, a medio camino. Si no, también tenlo en cuenta a la hora de negociar el precio.

– Mirar el color del aceite y el nivel; te da también idea del tiempo que te queda antes de la revisión. Si te dicen que está recién revisada, al menos, que el cambio de aceite esté hecho.

La prueba

Compra moto segunda mano

No todo el mundo te dejará probar la moto. Hay motos que, simplemente, se han puesto en venta cuando no se usaban y no tienen seguro para circular. Además, los robos han hecho que mucha gente no quiera dejarte probar. No te enfades, los ladrones que emplean este sistema no llevan jersey a rayas y antifaz: tienen la misma pinta que tú. Ofrécete a dejar las llaves de tu moto o coche, su documentación y la tuya. Esto da cierta seguridad al que te tiene que dejar su moto.

Sobre la moto puedes comprobar muchas cosas:

– La dirección: que no tenga saltos al girar ni “clics” al frenar y acelerar, prueba de que los rodamientos de la pipa no están bien.

– La transmisión: actúa sin ruidos ni saltos.

– El embrague, no patina y actúa sin arrastrar (la moto “sale” aún con el embrague cogido).

– Chasis; si está doblado, la moto “se va” a los lados.

– Las suspensiones: deben “amortiguar”, no deben tener aceite rezumando y al pasar sobre baches se debe notar su trabajo. Si se queda botando es que solo trabajan los muelles y están mal los hidráulicos.

– Frenos: un disco alabeado o deformado hace que tengas cierta vibración en la maneta; se notan las “ondulaciones” porque al pasar la deformación por las pastillas las empujan hacia afuera y eso llega a la maneta o la pedal.

– Cambio: entran todas las marchas sin ruidos y no se “escupen” una vez han entrado. Si pasa una vez, prueba varias: puede ser error tuyo.

– Rodamientos de ruedas: “zumban” si están mal. Haz rodar la moto en punto muerto sin acelerar para escuchar bien.

– Busca una cuesta y baja con el motor en retención. Si empieza a echar humo blanco por los escapes, está quemando aceite. Esto es síntoma de baja compresión, bien por segmentos gastados, un cilindro deformado o guías de válvulas.

Documentación

Documentación moto

La documentación de la moto necesaria para transferirla está compuesta de ficha técnica, permiso de circulación y recibo del impuesto municipal del último año. También necesitarás el DNI del vendedor y un contrato firmado por vendedor y comprador. La ficha técnica debe estar en vigor: dentro del período en que no debe todavía pasar ITV o con ésta pasada. Si no es así, tendrás que pasarla tú. Tenlo en cuenta en el precio que vas a pagar.

Para hacer la transferencia tienes dos opciones: gestor o hacerlo tú

– El gestor te cobrará honorarios, pero te ahorras un par de mañanas de gestiones aburridas y te asesorará sobre los pasos a seguir y documentos necesarios.

– Si lo haces por tu cuenta: revisa la documentación completa, busca formularios de tráfico en internet (solicitud de transferencia y contratos). Con ellos rellenos y firmados tendrás que ir primero a Hacienda, donde tendrás que abonar la parte más cara de la transferencia -un 4% del valor de la moto que figura en las tablas de Hacienda-. Después ya puedes ir a tráfico a solicitar la transferencia.

Entre particulares, la costumbre es que la transferencia la paga el que compra, aunque todo es negociable. Con las tiendas, pregúntalo antes de darte un susto.

Siempre es aconsejable pedir un informe a Tráfico sobre la moto que vas a comprar. Te indicarán a nombre de quién está, si está de alta o si tiene algún embargo o similares. Eso te ahorra el disgusto de comprar una moto que luego no puedes transferir o volver a vender.

Otros consejos

Ante todo, sé razonable: las motos valen lo que valen, no hay “chollos” absolutos salvo contadas ocasiones. Pero tampoco compres la más cara: por mucho que te diga el dueño “que la suya es mejor”, lo cierto es que no lo sabe ni él. El precio lógico es el “medio” que puede ver en los anuncios de internet. De ahí descuenta los desperfectos que hayas encontrado e intenta negociar ese precio.

Que te acompañe un mecánico o alguien que sepa, de tu confianza, o alguien que conozca bien esa moto, te ayudará a “ver cosas” pero no es una garantía absoluta: todo el mundo se equivoca.

Si te da mucho miedo ir tú sólo siempre puedes contratar a una de esas empresas que encontrarás en internet y que analizan casi científicamente una moto y hacen un informe técnico. Esta sí puede ser una buena garantía de lo que compras. Lo normal es que lo pagues tú, no el vendedor.

Internet es una gran herramienta en estas cosas: no solo te enteras de las motos que hay en venta, sino que puedes conocer las experiencias de otros usuarios con ese modelo e ir “a tiro hecho” con ciertas comprobaciones. Los usuarios te dirán qué cosas se suelen estropear en ese modelo.

Ten “la mente abierta”: quieres una moto de tal tipo, en este nivel de precio; no este modelo, de este año, con este color y estas opciones. O si lo haces así, sé paciente, pues la búsqueda se prolongará más.

Fuente de información:
Daniel Navarro.
http://www.formulamoto.es/

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *